Al talle de una muchacha
Te cimbres ¡ay Dios! Pos la cintura
como el tallo del nardo se cimbrea;
como a rama de azahar la bambolea
trémulamente el aire y transfigura
De puro ser contorno, tu figura
de ánfora de carne me recrea
y te miro y te pienso y me marea
lo gracial de tu dulce arboladura.
¿Qué timidez de agua ha cincelado
ese entorno de junco y ha varado
tu velero de pétalo en la arena?
En tu mismo mar de cada está
la curva de tu talle es como un río.
Como un río buscando una sirena.
Antonio López
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